Periodismo y propia imagen: El otro como tema
DOI:
https://doi.org/10.7764/cdi.12.210Palabras clave:
privacidad, tratamiento de la imagen, valor ético, consentimientoResumen
Mezcladas con la cuestión de la privacidad y desgraciadamente teñidas de la visceralidad propia de un «caso», las circunstancias de la muerte de la princesa Diana plantean a los medios el difícil problema del tratamiento de la imagen física de las personas. El valor ético de la imagen de una persona no reside tanto en lo que representa, sino en lo que no representa. No en lo que muestra, sino en lo que no puede mostrar. El despojo nos hace intuir inevitablemente la totalidad. Y es esa mera intuición lo que justifica, por un lado el desasosiego del espectador que se rinde ante la imposibilidad de la posesión, y por otro, el desasosiego de la persona representada ante aquel intento de posesión –cuando existe– o ante la imagen que introduce una falsa intuición de su totalidad personal. Es decir, que proyecta una equivocada visión de aquel que aparece representado.